Efesios: un libro de adoración y paz
Desde el saludo con que abre la carta hasta la bendición final, el tema central de la carta del apóstol Pablo a los Efesios es shalom (paz), escribe Mariano Avila en el primero de doce artículos para una serie especial del Calvin Institute of Christian Worship.
Hasta el momento, Ávila, profesor emérito del Nuevo Testamento en el Seminario Teológico Calvin, ha escrito siete artículos – todos ellos en español – en donde reflexiona sobre la carta de Pablo a los Efesios.
En ese primer artículo, Ávila señala: “Ser artesanos del shalom, es vivir de acuerdo al plan que Dios pensó desde la eternidad: reunir toda su creación bajo el señorío de Jesús su hijo (Efesios 1:10).”
Según Jesús, escribe Ávila, “ser hacedores de la paz es una de las características de quienes siguen a Jesús en el mundo y se caracterizan por brillar en el mundo y actuar como la sal de la tierra. Es reflejar el carácter de nuestro Padre en nuestro quehacer cotidiano: serán llamados hijos e hijas de Dios. (Mt 5:9-16).”
John Witvliet, director del Calvin Institute of Christian Worship, dijo que, por varios años, los escritos, las enseñanzas y las presentaciones de Ávila han sido valiosas adiciones al trabajo del instituto. Y este nuevo proyecto, especialmente porque se presenta totalmente en español, es una extensión bienvenida de sus esfuerzos, así como del instituto.
Refiriéndose a esta nueva serie de artículos, Witvliet dijo: "Estamos agradecidos por las oportunidades de relacionarnos con varios líderes pastorales de habla hispana en varias denominaciones – aquí en el oeste de Michigan, a través de los Estados Unidos y en todo el mundo – los cuales están ansiosos por tener recursos que fortalezcan sus propios ministerios de enseñanza y predicación. Estamos profundamente agradecidos por el ministerio de enseñanza a través de la escritura y el desarrollo de recursos del profesor Ávila".
Cuando Avila se jubiló el año pasado, Jul Medenblik, presidente del Seminario Calvin, dijo: “La línea clave es que el profesor Mariano Avila nos ha dado una base para que entremos en un capítulo nuevo y ampliado del ministerio en español. Estamos agradecidos por su trabajo pionero”.
Ávila nació en la Ciudad de México, donde, antes de llegar al Seminario Teológico Calvin, sirvió como pastor de seis iglesias presbiterianas. También sirvió en el Seminario de la Iglesia Nacional Presbiteriana como profesor, decano académico y presidente y fue profesor de estudios bíblicos en la Comunidad Teológica de México. Durante varios años también fue coordinador de ministerios urbanos para la transformación comunitaria y asesor teológico de World Vision, México, y se desempeñó como asesor del ministerio de publicaciones en español de la ICR: CRC Publications.
Pensando en una audiencia internacional de pastores de habla hispana, entre otros, Ávila afirma en su primer artículo: “Hacer la paz es imitar a Jesús que es nuestra paz, que durante su ministerio hizo la paz, sellando su tarea con su muerte en la cruz, y finalmente proclamó la paz (2:14, 15, 17).”
Ahora que Ávila se jubila y planea regresar a México, la docena de artículos – cinco de los cuales aún no se han publicado – son hasta cierto punto una especie de regalo de despedida para los muchos estudiantes que tomaron cursos en el Diplomado en Ministerio Hispano, programa que él comenzó en el Seminario Calvin en 2012.
Ávila ha dicho que muchos de los aproximadamente 200 estudiantes que completaron el programa se han convertido en una familia él, y una gran parte de ellos, particularmente en los primeros años, han sido pastores que sirven a iglesias latinas en crecimiento en el oeste de Michigan.
“Los artículos provienen de cosas que he aprendido (en las clases de enseñanza y la interacción con los estudiantes), y espero que los estudiantes se encuentren en algunas de las historias que comparto”, dijo Ávila.
“Espero que estas reflexiones ayuden a la iglesia y a los líderes a ver cuán importante es el acto regular de adoración y que Efesios nos recuerda, en cada capítulo, que Jesús nos ha reconciliado con Dios, con otras personas y con la creación (Efesios 2:11-22).”
El Seminario Calvin, en conjunto con la Fundación DeVos, inauguró el Programa de Diplomado en Ministerio Hispano para el otoño del año 2012. El programa comenzó como resultado de consultas realizadas con pastores hispanos locales, muchos de los cuales tenían poca capacitación teológica formal, dijo Ávila.
En base a las sugerencias de pastores locales, el programa ha ofrecido cursos que van desde consejería pastoral y transformación comunitaria hasta predicación y administración de iglesias. También, por sugerencia de los pastores, el programa se ha impartido en español.
Si bien los expertos locales en el ministerio hispano han impartido varios de los cursos, dijo Ávila, algunos de los mejores académicos hispanos de todo el país también han sido invitados para enseñar.
Los estudiantes provienen de una variedad de iglesias, incluidas las iglesias pentecostales o neocarismáticas, iglesias idenpendientes así como de la Iglesia Cristiana Reformada, la Iglesia Reformada en América y las iglesias bautista, metodista y católica. El seminario planea continuar con el programa de certificación y también ofrecer una maestría en ministerio hispano.
“Compartimos mucho durante las clases”, dijo Ávila. “Los estudiantes hablaron de grandes tribulaciones como pastores y miembros de iglesias minoritarias hispanas. Había historias horribles de racismo y opresión en todas partes en sus comunidades y vecindarios”.
Juntos conversaron sobre esas situaciones, así como sobre las dificultades de tratar de mantenerse conectados durante la pandemia de COVID-19, dijo Ávila.
“Trabajamos para proporcionar los recursos espirituales para mantenerlos en marcha”, dijo. “Durante la crisis del COVID, muchas de las personas no tenían trabajo ni apoyo del gobierno. Muchos se enfermaron; muchos perdieron sus negocios. Fue un momento muy doloroso”.
No obstante, agregó Ávila, tenían Efesios – y su mensaje vivificante – para estudiar y confiar: “En este pequeño libro hay una guía para la adoración cristiana, cómo los cristianos deben buscar y abogar por la paz y, sobre todo, darse cuenta de cómo a través de su adoración pueden abrazar la esperanza eterna”.
“La carta de Pablo a los Efesios demuestra que el culto es una excelente manera de expresar las enseñanzas teológicas más profundas y de integrarlas en la vida cotidiana. En realidad, Efesios muestra que la vida es un acto de adoración”, dijo Ávila en una presentación hace algunos años en el Calvin Symposium of Worship, un evento de adoración anual.
En uno de sus artículos publicados en línea, escribió: “Hemos estado siguiendo la manera en que la carta a los Efesios desarrolla una liturgia de adoración a Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, haciendo así del culto de adoración un taller de discipulado. Efectivamente, en el culto aprendemos acerca de nuestra identidad, encontramos la visión de lo que Dios está haciendo en el mundo y tomamos conciencia de nuestra vocación como artesanas y artesanos de la paz. ”.