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¿Qué significa este sacramento?

Para integrar propiamente la Cena del Señor en la alabanza, es importante que los líderes de alabanza y que la congregación tenga una interpretación clara de la postura confesional de la ICR sobre este sacramento. Esto es especialmente importante porque interpretaciones menos confesionales han hecho incursiones en la ICR. Además, una interpretación propia de la Cena del Señor servirá para aumentar el deseo de creyentes para participar en ella y en los beneficios que se derivan de ella.
 
En términos generales, la cuestión principal es si la Cena del Señor es meramente un memorial de la muerte de Cristo en la cruz, o si, en y por medio del sacramento, nosotros, por fe, realmente tenemos comunión con el Cristo resucitado y ascendido, nos unimos más firmemente a él, y recibimos la vida espiritual que el provee. ¿Recibimos a Cristo en el sacramento, o simplemente recordamos lo que Él ha hecho por nosotros?

Si bien el Señor dijo “haced esto en memoria de mí”, en la mesa de la Cena del Señor sucede más que un mero memorial de lo que Él ha hecho por nosotros. Si bien nadie puede asegurar comprender completamente el misterio de participar en Jesucristo a través de esta cena, la Confesión Belga (Art. 35) brinda un entendimiento teológico completo de lo que la Cena del Señor significa para la vida de los creyentes. Unas citas claves:

"Creemos y confesamos, que nuestro Señor Jesucristo ha ordenado e instituido el Sacramento de la Santa Cena para alimentar y sostener a aquellos que ya ha regenerado e incorporado en su familia, la cual es la iglesia."
 
"Dios ha dispuesto, para mantenimiento de la vida corporal y terrenal, un pan terrenal y visible que sirve para ello y que es común a todos, de la misma manera que la vida. Pero, para mantener la vida espiritual y celestial que poseen los creyentes, Él les ha enviado un pan vivo, que descendió del cielo, a saber, Jesucristo; este pan alimenta y sostiene la vida espiritual de los creyentes, cuando Él es comido, esto es: cuando El es apropiado y recibido por la fe, en el espíritu."
 
"A fin de representarnos este pan celestial y espiritual, Cristo ha dispuesto un pan terrenal y visible por Sacramento de Su cuerpo, y el vino por Sacramento de Su sangre, para manifestarnos, que tan ciertamente como recibimos el sacramento y lo tenemos en nuestras manos y lo comemos y bebemos con nuestra boca, por lo cual es conservada nuestra vida, así es de cierto también que recibimos en nuestra alma, para nuestra vida espiritual, por la fe, que es la mano y la boca de nuestra alma . . ."
 
"Mientras tanto, no erramos cuando decimos, que lo que por nosotros es comido y bebido, es el propio cuerpo y la propia sangre de Cristo; pero la manera en que los tenemos, no es la boca, sino el espíritu por la fe . . ."

"Por último, recibimos el santo Sacramento en la congregación del pueblo de Dios, con humildad y reverencia, guardando entre nosotros un santo recuerdo de la muerte de Cristo, nuestro Salvador, con acción de gracias, y además hacemos confesión de nuestra fe y de la religión cristiana."

Además, las Escrituras indican que la Cena del Señor es un banquete que simboliza y produce la unidad de los creyentes en la congregación y en todo tiempo y lugar (1a de Corintios 10:14-17). También nos hace anticipar la venida del Señor (1 de Corintios 11:26).

Es claro, entonces, que en este banquete recibimos a Cristo y todos sus beneficios por la mediación del Espíritu Santo a través de la fe. Esta interpretación del sacramento debería inducirnos a celebrarlo seguido (quizás semanalmente, como Juan Calvino lo deseaba), y con el gozo apropiado, con reverencia y con fe.

¿Cómo Se Debe Celebrar Este Sacramento?

  1. Algunas comunidades encuentran beneficioso prepararse para la Cena del Señor el domingo antes de su celebración. Esto puede hacerse como parte de la confesión y la seguridad, como un enfoque del sermón o su aplicación, o en el uso de la forma preparatoria disponible en la parte posterior del Salterio Himnario o en línea en crcna.org/resources/church-resources/liturgical-forms-resources.

  2. El Sínodo de 1994 de la ICR (Acts of Synod 1994, pp. 493-94) decidió que las “formas prescritas” para celebrar el sacramento no tienen que usarse en cada ocasión de la celebración de la Cena del Señor. Sin embargo, cualquier celebración de este sacramento debería incluir cuando menos los siguientes elementos:  
    • Acción de Gracias por las grandes obras de Dios en nuestra salvación.
    • Las Palabras de Institución provenientes de las Escrituras junto con el rompimiento del pan y el vertir del cáliz.
    • Una invocación (epiclesis) para que el Espíritu Santo nos alimente con el cuerpo y la sangre del Señor.
    • El compartir la cena juntos.
  3. También es significativo incluir el prefacio (Sursum Corda) a la Cena del Señor, que se remonta a la iglesia primitiva:
     
    Líder: El Señor sea contigo.
    Gente: Y también contigo.
    Líder: Levanten sus corazones.
    Gente: Los levantamos al Señor.
    Líder: Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
    Gente: Es justo darle gracias y alabanza

    Este prefacio ampliamente utilizado le ayuda a la congregación a sentir su unidad con la iglesia universal. Su uso regular también le da a la congregación un conjunto de palabras fácilmente recordadas y familiares para señalar su entrada en esta sagrada cena.
  4. La Cena del Señor es la "palabra visible" (Calvino) y debe ser parte de una liturgia de la Palabra y del sacramento. Por lo tanto, debe seguir el sermón con quizá una oración y una ofrenda intermedia (incluyendo la presentación de los elementos). De esta manera, el sacramento sella la Palabra hablada y nos asegura de su gracia.
  5. Aunque la ICR tiene una tradición de celebraciones menos frecuentes de la Cena del Señor, el Sínodo ha alentado celebraciones más frecuentes. En muchas congregaciones, las celebraciones mensuales (y cada vez más semanales) han dado lugar a una apreciación más profunda de la Santa Cena, y esto está más en línea con la práctica bíblica y de la iglesia primitiva.

  6. La forma de participación puede variar ampliamente, y ni la Biblia ni la iglesia han establecido una norma para esto, excepto que normalmente debe celebrarse en un servicio público de adoración.
     
    Algunas de las maneras comunes en que las congregaciones reciben la comunión son las siguientes:
    • Recibir los elementos estando sentados en la congregación.
    • Recibir los elementos en la parte delantera del área de adoración, dado -individualmente por intinción por el pastor y ancianos.
    • Recibir los elementos en un círculo alrededor de la mesa y pasar uno a otro con las palabras "el cuerpo de Cristo para ti" y "la sangre de Cristo para ti".
    • Recibir los elementos al estar sentados juntos en la mesa.
    • Recibir los elementos con algún movimiento personal involucrado (llegar al frente o reunirse en un círculo) añade la ventaja de una acción física que refleja y simboliza un acercamiento a Cristo o, como un escritor lo expresó, un llamado Reformado al altar
  7. En la Cena del Señor, Cristo significa nuestra salvación por medio de su sacrificio expiatorio en la cruz en forma de pan físico y vino (jugo de uva). En la Cena del Señor, es apropiado, por lo tanto, que estos elementos materiales sean fácilmente visibles y tangibles. Teleras de pan real, cántaros de vino o jugo de uva, y vasijas sustanciales pueden mejorar la experiencia y el significado del sacramento.
  8. La Cena del Señor puede estar demasiado centrada en la muerte de Cristo en la cruz, llamando a un estado de ánimo sombrío. Mientras que la cruz está ciertamente en la visión, también están la resurrección y la ascensión del señor. No hacemos comunión con un Salvador moribundo sino con el Salvador que vive y reina. La Cena del Señor a menudo se llama la "fiesta gozosa del Señor", por lo tanto un estado de ánimo de alegría y celebración siempre debe estar presente también.