Esquema
Introducción
El Pacto del Bautismo
La Oración de Agradecimiento
El Bautismo
La Declaración
Introducción
[Opción 1]
Hermanos y hermanas en Cristo,
el sacramento del bautismo nos recuerda y nos asegura
que participamos en la muerte y resurrección de Cristo
y que somos incorporados a la santa iglesia de Cristo.
El bautismo proclama la fe de la Iglesia.
Las aguas del bautismo son un signo y sello de la promesa de Dios de limpiarnos del pecado,
de renovarnos y de reconciliar todas las cosas con él en Cristo.
En el bautismo se le promete al pueblo de Dios el don del Espíritu Santo
como sello de esta reconciliación.
El mismo Espíritu nos une a los demás
y nos une al ministeriode
amor, paz y justicia de Cristo.
[Opción 2]
Escuchen las palabras de nuestro Señor Jesucristo:
“Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra.
Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones
bautizándolos en el nombre del Padre
y del Hijo
y del Espíritu Santo,
enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes.
Y les aseguro que estaré con ustedes siempre,
hasta el fin del mundo.” (Mateo 28:18-20)
Escuchen también estas palabras de las Sagradas Escrituras:
“¿Acaso no saben ustedes que todos los que fuimos bautizados para unirnos con Cristo Jesús en realidad fuimos bautizados para participar en su muerte? Por tanto, mediante el bautismo fuimos sepultados con él en su muerte, a fin de que, así como Cristo resucitó por el poder del Padre, también nosotros llevemos una vida nueva.” (Ro. 6:3-4)
El bautismo es el signo y el sello de las promesas de Dios a este pueblo del pacto.
En el bautismo, Dios promete, sólo por su gracia,
perdonar nuestros pecados,
adoptarnos al cuerpo de Cristo, la iglesia,
enviarnos al Espíritu Santo cada día para renovarnos y limpiarnos, y
resucitarnos a la vida eterna.
Esta promesa se hace visible en las aguas del bautismo.
[Se puede verter agua en la pila/fuente en este momento o durante la Oración de Agradecimiento].
El agua limpia,
purifica,
renueva,
sostiene;
Jesucristo es agua viva.
Por medio del bautismo, Cristo nos llama a una nueva obediencia:
a amar y confiar plenamente en Dios,
abandonar el mal del mundo, y
a vivir una vida nueva y santa.
Sin embargo, cuando caemos en el pecado
debemos perder la esperanza en la misericordia de Dios,
ni seguir en el pecado,
porque el bautismo es el signo y el sello
del pacto eterno de gracia de Dios con nosotros.
El Pacto del Bautismo
[Nombre/s]
viene/n ante nosotros para hacer la profesión pública de su fe
y a recibir el sacramento del bautismo.
[El ministro se dirige al/a los candidato/s:]
Amado/s de Dios,
Le/s pido delante de Dios y de la iglesia de Cristo
que rechace/n el mal,
que profese/n su fe en Cristo Jesús, y
que confiese/n la fe de la iglesia.
¿Renuncia/n al pecado y al poder del mal
en su vida y en el mundo?
Sí. Lo renuncio/renunciamos
¿Quién es su Señor y Salvador?
Jesucristo es mi/nuestro Señor y Salvador.
¿Prometes/n ser miembro/s fiel/es de esta congregación,
y, a través de la adoración y el servicio,
buscar el avance del reino de Dios
aquí y en todo el mundo?
Sí, lo prometo/prometemos, y le pido/pedimos a Dios que me/nos ayude.
¿Promete/n
aceptar la guía espiritual de la iglesia,
caminar en un espíritu de amor cristiano con esta congregación, y
buscar las cosas que fomentan la unidad, la pureza y la paz?
Sí, lo prometo/prometemos, con la ayuda de Dios.
[El ministro puede invitar a la congregación a unirse al/a los candidato/s para recitar el Credo de los Apóstoles.]
Unámonos a los que van a ser bautizados haciendo profesión de la fe de la iglesia y renovando nuestro propio pacto bautismal.
[Las preguntas se pueden omitir].
¿Cree usted en Dios Padre?
Creo en Dios, Padre todopoderoso,
creador del cielo y de la tierra.
¿Cree usted en Jesucristo?
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor,
que fue concebido del Espíritu Santo,
nació de la virgen María,
padeció bajo Poncio Pilato;
fue crucificado, muerto, y sepultado;
descendió al infierno.
Al tercer día resucitó de entre los muertos.
Ascendió al cielo,
y está sentado a la diestra de Dios Padre Todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
¿Cree usted en Dios Espíritu Santo?
Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne
y la vida eterna. Amén.
La Oración de Agradecimiento
Ministro: El Señor esté con ustedes.
Pueblo: Y también con usted.
Ministro: Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Pueblo: Es justo darle nuestras gracias y alabanzas.
Te damos gracias,
O Dios Santo de gracia,
por el regalo del agua.
En el comienzo de la creación, tu Espíritu se movía sobre las aguas.
En las aguas del diluvio destruiste el mal.
Condujiste a los hijos de Israel a través del mar
hacia la libertad de la tierra prometida.
En el río Jordán, Juan bautizó a nuestro Señor
y lo ungió tu Espíritu.
En su muerte y resurrección
Jesucristo, el agua viva,
nos perdona,
nos libera del pecado y de la muerte
y nos abre el camino a la vida eterna.
Te damos gracias, oh Dios, por el don del bautismo.
En esta agua nos confirmas
que somos sepultados con Cristo en su muerte,
resucitados para compartir en su resurrección,
y que estamos siendo renovados por el poder del Espíritu Santo y
estamos unidos a Cristo en la misión.
[El ministro puede verter o tocar el agua].
Envía tu Espíritu Santo, te rogamos,
sobre estos aquí bautizados [el ministro puede preferir usar los nombres de los candidatos],
para que esta agua sea un manantial de vida eterna.
Limpia sus pecados,
hazlos renacer, e
incorpóralos al cuerpo de Cristo.
Derrama tu Espíritu Santo sobre ellos, para que tengan
sabiduría para discernir sus dones,
fuerza para obedecer tu voluntad,
y gozo al responder a tu llamado.
A ti, Padre, Hijo y Espíritu Santo, un solo Dios,
sea toda la alabanza, honra y gloria, ahora y por siempre. Amén.
El Bautismo
[Estando de pie junto a la pila, el ministro se dirige a la persona haciendo profesión de fe. Si la persona puede, se le invita a arrodillarse. A continuación, el ministro sumerge a la persona o vierte/rocía agua de forma visible y generosa sobre la persona al declarar cada nombre de las tres personas de la Trinidad, diciendo:]
[Nombre],
te bautizo
en el nombre del Padre
y del Hijo,
y del Espíritu Santo. Amén.
[El ministro puede marcar la señal de la cruz en la frente con un gesto o usando aceite, diciendo a cada uno:]
[Nombre],
El Señor te bendiga y te guarde;
el Señor haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia;
el Señor levante hacia ti su rostro, y ponga en ti paz.
[El ministro puede ofrecer esta oración o una similar:]
Padre que estás en los cielos, por amor a Jesús
suscita en [nombre/s],
el don de tu Espíritu Santo.
Confirma su fe,
guía su vida,
dales el poder para servir,
dales paciencia en el sufrimiento,
y llévalos a la vida eterna
por medio de Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
La Declaración
[El ministro hará la siguiente declaración sobre los recién bautizados:]
En el nombre del Señor Jesucristo,
el único rey y cabeza de la iglesia,
[Nombre/s] es/son ahora
recibidos como miembros de la santa iglesia católica,
comprometidos a confesar a Cristo y
a ser siervos fieles de Dios hasta el final de la vida.